Opinión

Indira gobernadora:  Déspota, incompetente y genocida por omisión

Carlos Ramiro Vargas

Una cosa es comprar votos con el pretexto de los famosos programas sociales, que no resuelven ningún problema de fondo, y otra, gobernar.

En menos de dos meses de la nueva administración pri/panista/peraltista, perdón, morenista a lo colimenso, Indira Vizcaíno, como gobernadora de esta malograda Finisterre, ha demostrado que no sólo es la continuidad absoluta de un gobierno socio/depredador y mafio/cleptocrático, como ha sido el peraltismo, 2016/021; sino también ha proyectado plenamente en cada acto de su  gobierno, toda su ineptitud, frivolidad y autoritarismo a flor de piel, con el que ha ido sobrellevando, que no solucionando, los graves problemas heredados de su antecesor. Ignacio Peralta Sánchez de la Madrid.

En materia de Seguridad, Finanzas, Economía, Gobernanza, Justicia, Ecología, Educación, Universidad, Plan de gobierno, Gabinete, discurso político y concepción y relaciones con el periodismo estatal, Indira Vizcaíno cree que nos puede engañar como lo hizo con la población de la que fue alcaldesa en el municipio de Cuauhtémoc, escondiéndosele a la gente, y usufructuando el poder para beneficio propio y de su clan familiar.

En materia de Seguridad, Indira Vizcaíno y sus inútiles diputados as,  morenistas, en el Congreso local, nueve en total, no cesan de minimizar la violencia existente en nuestra entidad y acelerada exponencialmente durante el mandato del aún protegido por las misma Vizcaíno, Ignacio Peralta; lo que nos lleva a observar, cómo tan falso discurso indirista le lleva a sostener que las continuas masacres que estamos viviendo en Colima, son actos aislados, discurso repetido como pericos por sus nueve diputados, con lo que vemos una degradación profunda del poder legislativo local, dado que en primer lugar a quien más favorecen tales declaraciones, es a los grupos criminales armados y en guerra cada vez más intensa desde 2016; pero en segundo lugar, vuelve cómplice a la gobernadora Vizcaíno Silva, del asesinato masivo o Genocidio pleno que se ha desatado en el estado, y eso si es inaceptable y raya en lo criminal por su superficialidad y esquematismo conceptuales.

A esta Gobernadora de pacotilla, que lo único que le interesa es el dinero, como lo demostró en Cuauhtémoc con el affair Altozano y el grupo empresarial Brun; no acaba de reconocer por su ignorancia tácita y su demagogia, en esta materia, que del 2016 a la fecha, ha producido más asesinatos dolosos en Colima que en Colombia.

Lo que debería de hacernos reaccionar a los habitantes de esta tan tropical provincia, pues los 4 mil ejecutados en dicho periodo, los 3 mil 850 desparecidos, las más de 100 fosas comunes, los casi dos mil feminicidios y los mil, 500 desaparecidos, nos dan una cifra terrorífica y superior a los asesinatos cometidos en un país que se encuentra en una guerra de más de 60 años, como el colombiano, pero mucho más extenso y habitado que el pequeño estado de Colima.

El hecho de no reconocer una situación Genocida, de la cual el máximo responsable ha sido el ex gobernador Ignacio Peralta, y su ex secretario de gobierno, Arnoldo Ochoa, por no haber hecho nada y todavía mantener al estado de Colima con el número más bajo de policías por cada mil habitantes de todo México,  insostenible déficit que Indira gobernadora no ha modificado; nos muestra con total claridad que esta postura sólo va a agravar la situación de una verdadera guerra existente en Colima, No reconocida, a favor de los cárteles que se disputan nuestro territorio.

Entonces, lo único   que ha hecho la Vizcaíno es entregar el problema de seguridad al gobierno federal, sin tener una posición y un diagnóstico estatal propio. Pero lo peor es que ha continuado sin ningún límite los corruptos contratos peraltistas, que le llevaron a presumir la entrega de 53 patrullas a la policía estatal, ¡pero rentadas a un costo de casi dos millones por unidad y por año!

Y si con este desprecio indirista por la  violencia estatal en su fase de Genocidio, realmente existente,  las dificultades que estamos padeciendo los 750 mil colimotes,  agravadas por la Pandemia del Covid 19 hoy Omicrón, serán mayores, pues en menos de un mes de gobierno, la Vizcaíno ya sobre endeudó al estado con otros 100 millones de dólares más, o 2 mil millones de pesos, dizque para hacer frente según Indira, a las adversidades y contingencias legados por el peraltismo, O sea, Indira gobernadora adquiere una deuda de esa magnitud y el débito gubernamental llega casi a los 14 mil millones de pesos. Con un presupuesto de apenas 18 mil, 500 millones para este 2022.

Con total opacidad. Pues el gobierno colimense esta oficialmente en quiebra, por lo que cualquier crédito adquirido tendrá un sobre costo muy mayor en materia de intereses, situación cuya información se encuentra además ilegalmente bloqueada al colimense común, por ordenes de la Vizcaíno, a los periodistas y a los que seguimos estos procesos de descalabro financiero política y perversamente inducidos. Indira está actuando como si con su gobierno empezara de nuevo la historia de Colima, y no es así.

Del mismo modo irracional y despreciativo a la población, se comporta Indira gobernadora, modo con el que el presidente AMLO cerró el proyecto del aeropuerto de Texcoco, que sí estaba siendo un detonante de la economía mexicana, con un costo para la nación de al menos 15 mil millones de dólares, por su cierre abrupto, para luego salir a decir hipócritamente que el gobierno morenista no repetirá  nunca rescates como el Fobaproa.

De seguir así, Colima se irá hundiendo en la desesperanza y el desempleo galopante para su juventud, con un gabinete indirista de pacotilla, y con una gobernadora capaz de reírse a carcajadas grotescas y altisonantes, durante la presentación de un libro de su padre, Arnoldo Vizcaíno, apenas iniciado este gobiernito seudo morenista, mientras a los maestros, policías, y burócratas, no se les pagaba durante semanas por la cobarde e inaceptable política fraudulenta de Ignacio Peralta. Continuada con toda crueldad por Indira gobernadora.

En realidad, Indira Vizcaíno, gobernadora, nos debe unas serias disculpas a los colimenses por haber sido promotora activa del gobierno más corrupto y enemigo del pueblo que hemos tenido, como fue el de Ignacio Peralta y  pri/gabinete del 2016 al 021-.

Pues al no hacerlo continuará en su papel de Celestina del muy corrupto ex gobernador y cómplice de un Genocidio que se niega a reconocer en aras de no ver perjudicado a su cada vez más fallido gobierno, que de morenista no tiene nada, en el sentido de No mentir, No robar y ser Transparente y democrática en sus acciones de gobierno.

Ya en la edición del Financiero del 13 de enero, del año que corre, se acusa a Indira Vizcaíno de tener acuerdos inconfesables con algún cártel del narcotráfico. Lo que agravará la no reconocida guerra en la entidad. Como está sucediendo con la mayoría de muy mediocres gobernadores morenistas. Información que muy pronto saldrá a todas luces, en un momento muy delicado para la viabilidad de Colima, como estado libre, soberano y regido por un pleno Estado de Derecho.

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados. Stockholm. Sweden, 15 de enero.2022.

 

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